Antonio Iñón o Cachito para sus conocidos fue el Campeón Argentino del año 1971. El vasco Iñón fue uno de los últimos campeones del culturismo que mantuvo una línea pura, alejada del hipertrofia producto del abuso del esteroide y otras yerbas. Su distanciamiento del campo competitivo durante su apogeo físico, tuvo que ver con su principio de subir al escenario sin abusar de las drogas y de pulir el físico del modo más sano posible. Iñón se caracterizó además por poseer un gimnasio de vanguardia -que hoy día funciona con la misma efectividad que antaño- en su vieja casa de Villa Ballester. Los campeones recurrían a sus conocimientos para que los entrenara en los períodos de pre-competición.
El amor de Cacho por los fierros se apagó un poco al volcarse casi por entero al adiestramiento canino, sin embargo, hoy día continúa entrenando y trasmitiendo su pasión por el acero helado y por el gimnasio pulguiento donde uno va a entrenar y a sacar lomo, y no a mirar culos o a pasear en la bicicleta fija.
¡Un saludo grande, Iñón!