miércoles, 13 de diciembre de 2006

Eliseo Panza ¡Nuestro primer champeón!

1956, se concreta la realización de un torneo largamente esperado por los aficionados al culturismo:el primer Mr. Argentina. Pese a que habían existido algunos torneos precursores, ninguno había contado con el nombre que se haría tradicional y que significaba un título nacional.
Los más destacados lomos del momento intervienen en pos del título. El ganador resulta Eliseo Panza. No era el dueño del mayor volumen muscular, ni se destacaba por ser el más ancho de la competencia, no resultaba el más imponente. ¿Cuál era entonces su virtud? Era el más perfectamente balanceado; el que más marcación había conseguido para su simétrico desarrollo; el que dejaba ver cintura, piernas, torso y brazos trabajados y desarrollados por igual. Significaba el triunfo de la perfección sobre lo descomunal; la primacía de las proporciones sobre el tamaño asimétrico. Eliseo ascendía así a la consideración general como un gallardo vencedor. Inaugurando a la vez un estilo físico que comenzaría a hacer escuela. Desde su triunfo los aficionados empezaron a pensar de otra forma en cuanto a la búsqueda de desarrollo muscular. Caducaron las ideas de un torso monstruoso con brazos enormes sin importar el tamaño de las piernas ni el trabajo muscular de las cinturas.

Así comienza el artículo titulado 25 años con los fierros…50 con la vida. Un título algo críptico, que se editó en la revista Apollo N° 88 (la tapa estaba ilustrada por una foto del tano Siena en su cumbre física). El periodista apodado Juvencio le hace unas preguntas bastante interesantes al viejo campeón donde revela los orígenes del culturismo en Buenos Aires:
Juvencio:—“…¿cómo era esto en la época en que tu te iniciaste?
Eliseo Panza:—En aquel entonces sólo se decidían a hacer gimnasia con pesas o resistencia progresiva quienes realmente tenían verdadera vocación atlética, ya que no se disponía ni de gimnasios bien montados ni de mínima instrucción, pues prácticamente no había un solo experto en la materia. Esporádicamente llegaban al país revistas norteamericanas en las que se veía a John Grimek haciendo ejercicios básicos y también las de la organización Weider. Venían escritas de un modo en la que experimentación era la base de todo. Estaban en inglés y nos era difícil descifrarlas, de modo que la experimentación era la base de todo. En la zona costera de Olivos disponíamos de una casilla que luego se popularizó con el nombre de La cueva, y allí, junto con Ventura Calderari, Carlos Mesa, Tito Saénz, Luis Perasolo, Enio Chemes, construimos rudimentarios elementos, tratando de imitar a los que veíamos en las fotos. En algunas oportunidades concurrimos al gimnasio de Gimnasia y Esgrima, donde ya había algunos elementos que para la época eran de avanzada. Las rutinas de entrenamiento de desarrollo estaban combinadas con los ejercicios de levantamientos olímpicos. También concurríamos al Gimnasio Argentino, que estaba en la Avenida Corrientes cerca del Abasto. Allí se hacía específicamente levantamiento olímpico, pero nosotros aprovechábamos las barras y las mancuernas para hacer ejercicios de desarrollo.
Juvencio:— ¿Cuál fue la primera evolución que se notó en la calidad de los físicos?
Eliseo Panza:— Más o menos hasta 1960 los físicos eran parejos y partir de ahí surgieron hombres que mostraban desarrollos superiores, tales como Alfredo Ruiz, Ernesto Piñeyro, Jorge Brisco, Vicente Ferrarella y Rogelio Montenegro. Antes de ellos y sólo por exceción se veía un físico
de mucho tamaño y simetría, el caso de Lucio Elías…”
Te diré que en realidad no había mucha diferencia con los sistemas actuales, salvo la comodidad de los aparatos que tenemos ahora. Se trabajaba pesado, ya que como lógica, estando en ese ambiente, unos de los objetivos primordiales era la obtención de fuerza. Pero, aunque pesado, el trabajo estaba dirigido al desarrollo muscular ya que admirábamos a Steve Reeves, Grimek, Jack Dilenger, Clarencer Ross y otros grandes de la época.

5 comentarios:

Lautaro Huseby dijo...

Hola, soy el sobrino de Eliseo, para mi, el Tío Eliseo... un fenómeno. La verdad que cada vez que voy al gimnasio pienso en él y lo groso que fue para esta disciplina acá en el país. Voy a seguir pasando por aquí.. saludos!!

Balaoo dijo...

Un honor tenerte por acá, me agradaría que dijeras una palabras de tu tío para subirlo al blog, te dejo mi dirección de correo: bufido-arroba-gmail.com
Un abrazo fuerte!!

Lautaro Huseby dijo...

ok :) el honor es que ustedes le hagan este homenaje a la historia del culturismo no anabolico y careta :P (perdon si alguno es pro anabolico... yo no jajaj)

creo que eso es amor al arte!. Y bueno, voy a ver si escribo algo y te mando!... pasa que, paradójicamente no tengo detalles pues mi tio vive en bs as y yo a 700 kms y digamos, que no lo conozco a lujo de detalle pues nos vemos pocas veces. De todas maneras, intentaré algo!

saludos!

Balaoo dijo...

Lo aguardamos ansiosos!!
Un abrazo!

EL BIG CONDE dijo...

otros de los que entrenaban en la cueva de olivos era ruben peuchelle....el famoso ancho del trece..junto con todos los nombrados en la nota..yo era amigo de luis perasssolo..y vi pelicuulas en 8 mm mudas...de los entrenamientos de peuchelle con un desarrollo increible haciendo dorsales en polea...saludos