miércoles, 16 de julio de 2008

Tercero para Brisco

Brisco con el gran vaciado a lo Zane, pa' que aprenda el gringo
Continuamos con el campeonato Argentino de culturismo del año 1961. Ilustramos el tercero -y polémico- puesto que lo obtuvo Jorge Brisco. Las revistas de entonces aseguran que el público enfureció al escuchar el dictamen, porque daban a Brisco por ganador absoluto, lo que no sonoba descabellado, ya que pocos meses atrás este muchacho arrasó en otro certamen con los mismos concursantes y casi con los mismos jueces. ¿Acomodo?


Brisco con Moyano de trofeito al costado de la foto



Más se perdió en la guerra...

jueves, 10 de julio de 2008

El campeonato Argentino de culturismo de 1961

Hoy comienzo a subir una serie de fotos del campeonato de 1961 donde triunfa Raul Moyano, queda segundo mi amigo -imaginario- Rogelio Montenegro y tercero Jorge Facha Brisco. Empiezo por Rogelio, por una simple razón, el muchacho merecía el primer puesto. Cada vez que observo esa foto no puedo creer la calidad física del negro Montenegro, hacia sombra hasta a los campeones internacionales de entonces. Contemplen...

miércoles, 2 de julio de 2008

Los gimnasios de antaño.

Primero que nada, se entrenaba en alpargatas y calzoncillos
Si querías mirarte, tenías que traer un espejito de tu casa.
Hoy quería hablar de los gimnasios antiguos o proto-gimnasios (comparados con los megatlones de hoy) donde entrenaban los titanes de antaño. Las fotitos que expongo pertenecen al gimnasio Hércules, uno de los mejores gims de finales de los cincuenta y principio de los sesenata que pertenecía al campeón argentino Raúl Montoya.
En aquellos años los gimnasios eran muy diferentes a los actuales. Su número era escaso, desperdigados en diferentes puntos del mapa. Un entusiasta del deporte debía realizar una gran caravana para ir a entrenar a un sitio que reuniera las condiciones adecuadas. Por su empeño a prueba de todo y por entrenar en condiciones adversas, en cuevas heladas o infernales, con fierros precarios y máquinas primitivas, a los culturistas comenzó entonces a denominárseles : "fierreros".
Estas grutas culturistas estaban armadas con una barra olímpica oxidada, un banco para hacer pecho, una camilla que se cargaba con discos y el resto eran máquinas de ejercicios que los dueños copiaban de verlas en las revistas yanquis. Los ladrillos no existían y las máquinas se cargaban y descargaban con discos que se compraban a importadores (Weider, los más comunes). Las mancuernas se armaban a mano o se soldaban los discos para que quedaran fijas. Los abdominales se hacían sobre una tabla recta, dura como una piedra, o sobre un banco romano, el no va más de la tecnología.
Gimnasios gloriosos de esos años fueron el de Jorge Brisco, en Martínez, joven de familia acomodada y futuro campeón y el gim improvisado de los muchachos del Ancla en Olivos, donde entrenaban Eliseo Panza y el Ancho Peuchele entre otros.

Años después a un tipo se le ocurrió agregar una silla con un tope